Resolución de Conflictos
El general de las personas ve el conflicto como una dificultad, quedándose con la perspectiva del enfoque tradicional, conflicto sinónimo de violencia, destrucción e irracionalidad, afectando directamente a los grupos y organizaciones, reduciendo la eficiencia y el rendimiento. Christopher Moore plantea varias formas de abordar el conflicto y una de esas es el “rechazo del conflicto”, lo cual es muy común en la sociedad actual ya que es más fácil ignorar y evadirlos, provocando un desgaste en las relaciones personales y laborales.
Cuando se ignoran las necesidades de cada persona se crean nuevos conflictos, provocando un círculo de estrés, actuando de manera errónea, culpando a otros de las situaciones problemáticas y bajando la producción de calidad.
Por lo anterior, creo que si no se trata el conflicto oportunamente, lo más probable es que éste aumente produciendo tensión en las relaciones interpersonales, sentimientos de frustración, hostilidad y ansiedad, lo que inevitablemente llevará al estrés laboral que culminará en el aumento de licencias médicas
En general no se sostiene la idea de que el conflicto puede ser producido por una serie de factores inevitables, ya que el conflicto en es parte de nuestro diario vivir, y al no tener claro este significado cuando se produce alguna situación de conflicto, comienza un círculo de incomunicación y malas relaciones.
La importancia radicará en el cómo se identificarán y abordarán éstos conflictos, estimulando buenas prácticas de convivencia, ver el conflicto como un aprendizaje constructivo y una oportunidad para hacer cambios positivos en una organización. Por lo tanto, si logramos desarrollar habilidades para poder resolverlos, afectará de manera positiva en la vida laboral y personal de las personas.
Por lo tanto si se considera el enfoque interactivo del conflicto, como algo natural e inherente, se lograrían instancias significativas de trabajo en equipo, y competencia sana, aspirando a metas ambiciosas para el bien de la productividad y salud mental de los agentes sociales involucrados.
Melissa Olavarria Farías
